PRENDIO PARA TODA LA VIDA

Con vuestro permiso voy a salirme de la línea trazada en este blog debido a los sentimientos que viví en la tarde noche del Miércoles Santo con la cuadrilla de los “leones coloraos”.

Cumplía un sueño que venia de años atrás pero que por distintos motivos no se hacía realidad y en mi año más malo… va, y se cumple. Pero no se cumplió de cualquier manera sino a lo grande y es que no podía ser de otra forma, porque en esta cuadrilla solo hay gente grande, grande de corazón y sobre todo grande de raza costalera.

Ya en el cafelito, se iba notando la unión y el cariño que iba desprendiendo la cuadrilla y fue al hacernos la ropa y sin quererlo cuando me di cuenta que parecía un “león colorado” de toda la vida, la misma sensación del Domingo de Ramos con mis “legionarios”. Realmente Hermoso.

Lo que ocurrió dentro del paso, eso es otra historia, que manera de pegar “leñazos pa´arriba”, como se aguantaban los kilos siempre arriba, que manera de mandar por el “leon dominante” (cuanto camino les queda a otros) y que manera de obedecer por la “manada”. Ufff, el pecho pa´fuera, la vista al frente y los pelos, los pelos… de punta.

Yo lo vi claro, ser de esta cuadrilla es ser algo más que un costalero, es ser costalero prendio, una responsabilidad para toda la vida al alcance de solo unos pocos privilegiados. En el día de ayer yo fui uno de ellos y ya no tiene vuelta atrás.

Gracias David, por hacerme participe de tu gente, amable y cariñosa. Sin yo aportar nada me lo disteis todo. Mil gracias.

Y gracias a ti, “legionario” o “león colorao” porque si alguna vez me chinchaste, bendito chinchamiento. Estoy en constante deuda contigo y ya sabes que te quiero y que te admiro en todos los sentidos. Nos vamos con un pellizco en el corazón esta Semana Santa, pero plenos de satisfacción de haber sido buenos peones, leales y obedientes.

¡¡¡Bimbazo Arriba!!!